La Paz Interior es un estado vibratorio del Alma. Sentimos estados de paz y tranquilidad cuando estamos en contacto con la naturaleza, cuando escuchamos el viento entre los árboles, cuando observamos un lago de agua tranquila, hace que nuestra mente se aquiete y se calmen nuestras emociones, nuestra respiración se sosiega y entramos en ese estado de Paz Interior.
Esos momentos suelen ser fugaces ya que el mundanal ruido que nos rodea nos distrae, nos hace perder la conexión con nuestras fuentes de inspiración. Solemos culpar a la gente que nos rodea de nuestra pérdida de Paz Interior por que están nerviosos y nos ponen nerviosos a nosotros. Les pedimos a los demás que se tranquilicen cuando nosotros somos los inquietos y eso nos hace perder el poder de recuperar tan ansiado tesoro.
Cuando recuerdo la imagen del sabio anciano de la tribu de los “mocasines pintados” fumando su pipa de la paz, un hombre que ha vivido mucho, que se da cuenta de la mutabilidad de las cosas de este mundo, y también de lo que permanece, de lo que trasciende; me inspira paz. Y me planteo que tienen en común ese gesto tranquilo del que medita y sopesa con calma, con el viento entre los árboles o la llama de una fogata.
Es la vida, la conexión con la creación. Cuando uno conecta con la creación, conecta con su Creador. Cada persona es una creación y cuando conecta con su esencia de vida, con su respiración, con el latir de su corazón, con las sinapsis de su sistema nervioso, conecta con su Creador y accede a una perspectiva de la vida mucho más elevada. Se da cuenta que nada trascendente está en riesgo, lo que trasciende es lo que permanece, por lo que no hay nada que temer, nada por lo que angustiarse.
En este estado de consciencia la vida es un camino seguro, lleno de paz interior. En ese estado estamos permitiendo que se exprese en nosotros nuestra divinidad, nuestra Alma. Cuanto más tiempo sostenemos esa sensación, más fácil será acceder a ella en el futuro. “La práctica hace al Maestro”, práctica la paz y vivirás con paz.
Que la luz te acompañe siempre.